Hablar de innovación en un sector tan tradicional como el del tabaco puede parecer una contradicción. Sin embargo, nada más lejos de la realidad; el sector de fabricación y distribución de tabaco siempre ha sido proactivo en la búsqueda de nuevas fórmulas para todo el ciclo de vida y venta de este producto. Así lo ha demostrado repetidamente parte de la cadena productiva, el primer eslabón, el de los agricultores, y así lo corrobora otra parte de la misma, la de transformación y distribución, como puede apreciarse en un artículo recientemente publicado por El País sobre este asunto.
El artículo, que está siendo muy comentado en el sector, describe los esfuerzos de innovación y desarrollo (I+D) realizados por Philip Morris International (PMI) con el fin de dar continuidad y nuevos bríos al negocio de fabricación y distribución de tabaco. El proyecto más ambicioso en el que se encuentra inmersa la multinacional es el de encontrar y crear productos del tabaco de «riesgo reducido». Se trataría, por ejemplo, de productos a base de tabaco que se calientan en lugar de quemarse, para evitar los efectos nocivos de la combustión.
De momento, PMI presentará el año que viene a la Food and Drug Administration (FDA) de EE UU una serie de estudios necesarios para obtener la clasificación de “producto de riesgo modificado”, según la información de El País. PMI también estaría preparando nuevos modelos de cigarrillo electrónico, exentos de tabaco como Solaris, que ya se está comercializando en España y Estados Unidos como prueba piloto.
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