Después de varios años sin cambios, vuelve a subir el precio del tabaco, de la mano de Japan American Tobacco (JTI). De momento, es el único fabricante que ha modificado sus precios, y sólo de algunas de sus principales marcas como Camel, Winston y Benson. Queda por ver cómo repercurtirá dicha subida en las ventas de estas marcas, si influirá en la venta de otras marcas del segmento comercializadas por otros fabricantes, y cómo afectará a los estancos y al mercado en general.
La subida, que publicó en el BOE el 11 de septiembre, supone un aumento de 15 céntimos en el precio de venta al público del paquete de cigarrillos de todas las referencias de Camel, Winston y Benson, además de aumentar también el precio de la picadura de tabaco de las mismas.
Más beneficio para el estanco
El primer afectado es el estanco, que puede ver crecer así su margen de ganancia, al aumentar el precio final del producto. Si, además, como ha ocurrido en otras ocasiones, esta subida lleva al resto de fabricantes a subir el precio de sus principales referencias, el beneficio del estanco aumentará aritméticamente.
Al mismo tiempo, el aumento de precios puede tener un efecto de contención en el consumo, sobre todo si lo realizan todos los fabricantes. En ese caso el aumento del beneficio por cada paquete vendido se podría ver mermado por un descenso de las ventas (una relación causa efecto que no siempre se produce, por otra parte).
Incertidumbre entre fabricantes
En cuanto a los fabricantes, queda por ver si seguirán a JTI y aumentarán también el precio de sus referencias, o por el contrario seguirán congelándolos. En el primer caso, el mercado volverá a igualarse paulatinamente y se mantendrá el nivel de competencia actual. Sin embargo, existe la posibilidad de que el resto de fabricantes prefieran mantener sus precios para intentar atraer así a consumidores de las principales marcas de JTI a sus marcas en ese segmento. Ese es el riesgo que ha asumido dicha compañía, al igual que lo hicieron otras en otras épocas.
Se abre así un periodo de incertidumbre en el mercado, en el que cada movimiento deberá estudiarse con detalle por parte de cada uno de los actores del mercado de tabacos si desea sacar de él el máximo beneficio. En ese sentido, el estanco también juega un papel fundamental, como intermediario final, y debe estar atento a estos movimientos, de los cuales, lejos de salir perjudicado, puede salir muy beneficiado si sabe jugar sus bazas.