Los precios del tabaco se han movido varias veces en los últimos dos meses. Los fabricantes se anticipan así a la posible subida del impuesto anunciada por el Gobierno. De hecho, según las agencias de información, el Gobierno prevé incrementar un 5,5 % los ingresos correspondientes a los impuestos especiales sobre el tabaco, de cara al ejercicio 2022.
En el momento actual es difícil prever cuál será el próximo movimiento de los fabricantes de tabaco en relación al precio de sus productos. Japan Tobacco International (JTI) inició el movimiento varias semanas atrás, al aumentar el precio de sus principales referencias, y fue seguido por el resto. Sin embargo, su competidor directo, Philip Morris International (PMI), decidió congelar el precio de su referencia más vendida, Marlboro rojo duro. Tras algunas semanas de incertidumbre, Altadis, después de subir el precio de sus productos, decidió bajar la semana pasada el precio de sus dos mayores referencias de Fortuna. ¿Le seguirán el resto?
El movimiento inicial en la actual guerra de precios se interpretó como un adelanto de cara a la posible subida de impuestos. También pudo responder a un reposicionamiento del emblema de JTI, Camel, hacia el segmento premium, dada su progresiva subida en ventas, hasta ahora lideradas por Marlboro (PMI). O incluso, pudo tener relación con el resposicionamiento de otras marcas de JTI en el segundo canal. Sea cual sea el motivo, todo indica que se avecinan tiempos de muchos cambios, en los que tanto fabricantes como estancos tendrán que adaptarse para evitar pérdidas y, a ser posible, obtener algún beneficio.
Probablemente llegarán nuevos movimientos en los próximos días y semanas. De cara a dichos cambios, la recomendación para los estancos es seguir las pautas de prudencia y contención en el gasto (ver más recomendaciones).