En septiembre de 2017 se cumplen dos años desde que arrancó con la aventura de comprar un estanco, y a día de hoy, ya la considera una de las mejores decisiones de su vida. David A., 40 años y natural de Madrid, llevaba 20 años alternando distintos oficios y ocupaciones; tras muchos años trabajando duro, decidió ser su propio jefe y al buscar salidas habló con unos familiares que ya habían vivido la experiencia de comprar un estanco de tabacos y gestionarlo. Ellos mismos le recomendaron Interestanco y desde entonces cuenta con esta consultora, que gestionó la búsqueda de un estanco en venta, le asesoró en la compra, y le ayudó hasta en el más mínimo detalle a la hora de resolver todos los trámites administrativos y legales.
¿Qué necesidades te cubrió Interestanco cuando empezaste?
Interestanco me suministró toda la información necesaria para empezar a funcionar desde el primer día como estanquero y ser autónomo en esta actividad, es decir, poder funcionar yo sólo. Además, sé que puedo llamar en cualquier momento a Interestanco para resolver dudas o pedir asesoramiento para mi estanco, algo que no podría haber hecho con otras empresas. La diferencia de Interestanco es que ofrece un servicio personalizado, no es una multinacional con operadores telefónicos, sino que cuentas siempre con un asesor personal al otro lado del teléfono, que te conoce y sabe responder a tus necesidades como estanquero en todo momento.
¿Qué sabías del Estanco antes de comprar?
Nada, que vendían tabaco, sellos y accesorios, pero no sabía que existían tantas referencias, por ejemplo, ni cómo manejarlas.
¿Qué reforma tuviste que hacer en el establecimiento?
En este estanco hubo que hacer bastantes cambios porque el espacio no estaba bien distribuido. Por ejemplo, había mucho material inservible, como estanterías de hierro que ya no valían y armarios de metal en mal estado. De hecho, había tanto desperdicio metálico que con lo que ganamos al vender el hierro inservible estuvimos comiendo de menú una semana…
Por otra parte, gracias a Interestanco, entendimos que era posible optimizar la inversión en nuevo mobiliario, y podía hacerse una reforma parcial del local. Conseguimos hacerlo todo a un coste muy aceptable, y así aseamos el espacio y le dimos un lavado de imagen al anterior estanco.
¿Qué te parece lo más difícil en la gestión de un estanco?
Para mí lo más difícil es controlar bien el dinero disponible: se trata de gestionar bien los pedidos de sacas, y tener siempre fondo económico para pagar el producto. En ese sentido es importante ser lo más exacto posible en el pedido: incluir sólo lo que necesitas, para no acumular stock. De la misma forma, cuando viene producto nuevo, hay que probar y evaluarlo adecuadamente, y hacerlo con precaución, hasta que sepamos qué salida real tiene entre nuestro público habitual.
¿Qué es lo que más te gusta del estanco?
Lo que más me agrada en la vida del estanco es el trato con la gente, el vínculo que se genera con los clientes, hasta el punto de que rápidamente puedes conocer sus costumbres, sus necesidades, lo que consumen, lo que les gusta, etc, y poder satisfacerles, en ese sentido.
Un estanco diferente
¿En qué se diferencia tu estanco de otros estancos de la zona?
Principalmente, la diferencia de nuestro estanco frente a la competencia es el trato que damos, muy cercano, y a la par educado, amable y de conocimiento. También nos diferenciamos en cuestiones de servicio, como las horas de apertura, que son mayores que las de la competencia. No cerramos a mediodía, por ejemplo.
En cuanto al producto, también esto nos diferencia, y mucho. Nos hemos especializado en shisha y tabaco de shisha, de forma que ofrecemos productos de muy diversas gamas, variedades y precios. Llegamos a vender shisha por encargo, es decir, buscamos la que nos pide el cliente si no la tenemos. Del mismo modo, cuando nos piden tabacos nuevos, tratamos de localizar al distribuidor y hablamos con él para que traiga el producto.
¿Cómo os habéis hecho tan especialistas en Shisha?
Me pareció que era un nicho de mercado aún poco explotado y que está en plena expansión. Por eso, me puse manos a la obra y empecé a informarme de todo lo que hay alrededor de la shisha y sus accesorios. De este modo, recomendamos nuevos productos, hablamos con el cliente sobre distintos modos de consumo, ya que el producto ha ido evolucionando y se adapta a muy diferentes perfiles. Realizamos recomendaciones para la mejor conservación de la shisha, los accesorios y el tabaco.
¿Qué resultado os ha dado esta estrategia?
En este momento, gracias a estas acciones, nos hemos posicionado como estanco referente en shisha en la Sierra de Madrid, tanto en lo que se refiere a la pipa de agua, como a los accesorios y el tabaco. Hasta aquí viene gente de todo el Norte de la Comunidad de Madrid, que nos ha conocido por el boca a boca, y porque suelen encontrar lo que buscan, además de saber que pueden pedir que se lo pidamos si no lo tenemos.
¿Cómo está evolucionando ese nicho de mercado tan específico?
Muy positivamente. El mercado de la shisha ha ido creciendo y, de hecho, es un producto que empieza a interesar a segmentos que no eran los habituales, como las personas mayores o adultos de mediana edad, y no sólo jóvenes. Esto indica que se ha desmitificado y se ha popularizado, en el sentido de entender el consumo de tabaco de shisha de un modo diferente al que se daba hasta ahora. Es probable que esté cambiando el patrón de consumo, y estaremos atentos a esas variaciones para responder adecuadamente desde este estanco, como hemos hecho hasta ahora.