La ley antitabaco pone en pie de guerra a la hostelería

Tras una semana de vigencia de la nueva Ley antitabaco, que prohíbe fumar en todos los lugares públicos cerrados, se han producido las primeras reacciones de oposición a la misma en el seno de la hostelería. El sector venía advirtiendo de los efectos negativos que la nueva norma tendría para la Hostelería y cifran en más de 1.000 millones de euros las pérdidas que les ocasionará. En algunas regiones, especialmente vinculadas al turismo como la Comunidad Valenciana los hosteleros han señalado que esta ley podría provocar el cierre de 3.500 empresas y la pérdida de 15.000 empleos.

Por todo ello, aunque los hosteleros están cumpliendo mayoritariamente los mandatos de la nueva ley, algunos ya se han rebelado contra la misma, como ya se preveía.

Entre los que han decidido cumplir la ley hay quienes han tomado represalias y han dejado de vender tabaco en sus establecimientos. Es el caso de los hosteleros de Navarra que han decidido retirar las máquinas de tabaco en sus bares y restaurantes, o el de los vascos, que aún se lo están planteando. Otros, sin embargo, están haciendo ya «la guerra por su cuenta» y realizan acciones simbólicas como romper la máquina de tabaco a martillazos o colgarla en la puerta de su local en protesta .

Incluso algunos han ido más allá y han decidido incumplir la nueva ley antitabaco. Es el caso de un empresario valenciano, que deja fumar a sus clientes en su establecimiento, o el de otro hostelero de Marbella que ya ha pasado a las crónicas por ser el primero en rebelarse contra esta norma.

Mientras tanto se han producido ya las primeras denuncias y en un clima de crispación creciente, provocado en parte por declaraciones de la ministra Leire Pajín animando a delatar el incumplimiento de esta ley, las primeras agresiones. Los estanqueros, por su parte, siguen con preocupación el transcurrir de los acontecimientos, anticipan pérdidas y señalan que podría producirse una rebelión ciudadana. Asimismo, siguen alertando sobre otras posibles consecuencias de la nueva ley: el aumento del consumo entre menores, el contrabando y la deriva en otras molestias para el ciudadano como el ruido.