Las farmacéuticas sacan tajada a la ley antitabaco

A río revuelto, ganancia de pescadores. El refranero popular es un recurso no sólo cómodo sino certero para describir cualquier realidad circundante. En este caso podría aplicarse perfectamente a las oportunidades de negocio que ha brindado la nueva ley Antitabaco a las farmacéuticas, cuyos ingresos se han incrementado considerablemente desde la aplicación de la misma. Se repite de nuevo la situación vivida en 2006, con la salida de la primera ley antitabaco, cuando se preveía que el mercado de productos antitabaco moviera 36 millones de euros en 1 año.

Los grandes del sector, Novartis, Pfizer, y Glaxo se frotaban, como hoy, las manos tras comprobar que anticipándose a la salida de la ley, sus cifras de negocio en venta de parches, chicles de nicotina y otros productos sustitutivos del tabaco o usados para la deshabituación de su consumo se multiplicaban exponencialmente. Pues bien, apenas 10 días después de la aplicación de la nueva ley, aún más restrictiva que la anterior, la propia presidenta de la Sociedad Española de Farmacia comunitaria confirmaba que las ventas de estos productos, particularmente el llamado cigarrillo electrónico, habían aumentado sustancialmente en la primera semana de enero. Por su parte, y aún a falta de cifras oficiales, el presidente del colegio oficial de farmacéuticos afirmaba que se había vivido un incremento notorio de la demanda de productos para deshabituarse del hábito de fumar, algo también confirmado desde la Federación Farmacéutica de Catalunya.

La mejor prueba de este fenómeno ha sido el desabastecimiento de este tipo de productos en parte de las farmacias de todo el país cuyos proveedores no han podido atender a su demanda creciente. Algunos distribuidores como Alliance Healthcare han cifrado en más de un 500% el incremento de sus ventas entre las últimas semanas de 2010 y los primeros días de 2011. Otras empresas como Cofares o Cecofar, que atienden en su conjunto a 16.500 de las 22.000 farmacias existentes en el país, no han dado aún cifras aunque también han notado un aumento en el último trimestre según Servimedia.

Pero el negocio actual puede representar una migaja comparado con el que podría suponer para el sector farmacéutico si se llegaran a financiar los tratamientos antitabaco con fondos públicos, como podría estar estudiando ya el Ministerio de Sanidad según declaraciones recientes de la Ministra. Esta posibilidad, que ya vienen reclamando los especialistas de la psiquiatría para sus pacientes, podría suponer un desembolso de 3.300 millones de euros por parte de las Administraciones públicas, es decir, aproximadamente 300 euros al año por cada uno de los 11 millones de fumadores existentes hoy en día en España. No obstante, y aún a falta de desarrollarse las negociaciones entre el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas, a quien se transfirieron las competencias en este área, la mayoría de los ejecutivos autonómicos ya están descartando esta posiblidad. En otros países, como Inglaterra, el Gobierno ha planteado medidas parciales como el reparto de parches de nicotina gratis durante una semana a aquellos fumadores que quisieran dejar el hábito.