La venta de tabaco en tiendas de conveniencia divide al sector estanquero

Vuelve la polémica al sector estanquero, esta vez a cuenta de un Real Decreto-ley que amplía los puntos de venta de tabaco a las llamadas tiendas de conveniencia. La norma (Real Decreto-ley 14/2011, de 16 de septiembre), que era aprobada el pasado 16 de septiembre en Consejo de Ministros y entró en vigencia ayer, 20 de septiembre, permite ubicar máquinas expendedoras no sólo en quioscos de prensa, como hasta ahora, sino también en tiendas de conveniencia. La normativa entiende como tales “aquellas que, con una superficie útil para la exposición y venta al público no superior a 500 metros cuadrados, permanezcan abiertas al público al menos dieciocho horas al día y distribuyan su oferta, en forma similar, entre libros, periódicos y revistas, artículos de alimentación, discos, vídeos, juguetes, regalos y artículos varios” (Ley 1/2004, de 21 de diciembre, de Horarios Comerciales).

Ante esta disposición, las protestas de parte del sector estanquero no se han hecho esperar. De hecho, antes de su aprobación, la Unión de Estanqueros publicaba una carta en la que su Presidente, Mario Espejo, manifestaba abiertamente su desacuerdo con esta medida. Según esta organización, esta ley es un ataque directo al mercado de tabacos español ya que la distribución a través de máquinas en tiendas de conveniencia podría alentar el contrabando (por falta de control de las mismas), la venta de tabaco carente de control sanitario y finalmente, facilitar el acceso de este producto a menores de edad.

Sin embargo, los argumentos de la Unión de Estanqueros chocan frontalmente con las razones que motivan este Real Decreto-ley, dirigidas a incentivar la venta de tabaco en puntos de distribución distintos al estanco y reactivar así la economía y el empleo en esos establecimientos. Según el Gobierno, desde que se aprobara la Ley 42/2010, de 30 de diciembre, que incluía dentro del canal de distribución de tabaco a las tiendas de conveniencia situadas en las estaciones de servicio, “se ha observado empíricamente que esta medida ha producido un alza de las ventas del 13 %, no sólo por el tabaco sino también por la venta inducida de otros productos en el mismo acto de compra”. De ahí que se haya decidido ampliar la ubicación de máquinas expendedoras a otras tiendas de conveniencia. Se evita así, argumenta también el Gobierno, “la discriminación constatada y su correspondiente correlato en las cuentas de los operadores comerciales”.

Estanqueros a favor
Pero no todos los estanqueros se han mostrado en contra de esta disposición, ya que el tabaco que se adquiera desde una máquina expendedora seguirá siendo suministrado obligatoria y exclusivamente por estancos, que son quienes tienen hoy por hoy el monopolio en la distribución minorista y la venta a través de los operadores de máquinas de vending. La nueva normativa, además, beneficiará a esas empresas, propietarias de las máquinas expendedoras y a los comercios donde se ubiquen. En resumen, la normativa podría perjudicar principalmente a aquellos estancos que no distribuyan tabaco a través de esos canales de venta pero también podría beneficiar a los que sí trabajan cada día con esos operadores.

En cuanto a la posibilidad de que aumente el contrabando por falta de control sobre las tiendas de conveniencia, aún no está claro que los llamados bazares, o chinos, cumplan las condiciones que les permitirían contar con dicha denominación y por lo tanto tampoco está claro que puedan albergar máquinas expendedoras de tabaco. Sí las cumplen ya, sin embargo, grandes cadenas como la red Opencor, de El Corte Inglés, que cuenta con 187 establecimientos y que ya han manifestado su conformidad con el nuevo Real decreto-ley. No en vano, desde el pasado mes de febrero, esta red ha sufrido un descenso de un 4,1% en sus ventas, tras la supresión de los permisos para vender tabaco y la restricción en el horario de venta de bebidas alcohólicas.

El sector es unánime, sin embargo, al valorar la contradicción que supone establecer unas políticas restrictivas en el consumo de tabaco y al mismo tiempo aprobar normas que incrementan los puntos de venta de este producto